¿Sabes qué es el Facial Overfilled Syndrome?

Descubre lo que hay que hacer para prevenir los efectos no deseados de un tratamiento estético.

¿Sabes qué es el Facial Overfilled Syndrome?

A raíz de la última ceremonia de los Oscar, por las redes sociales empezaron a circular muchos memes que recogían la cara de sorpresa que supuestamente puso Nicole Kidman tras presenciar cómo Will Smith abofeteaba al cómico Chris Rock en el escenario. Uno de ellos era especialmente cruel: “Al fin ha podido gesticular”, escribió alguien, en alusión a la pérdida de expresividad que ha ido sufriendo la actriz progresivamente debido al abuso de la medicina estética.

FOS: ¿qué es?

Lo que le ha ocurrido a Nicole Kidman –y a muchas otras actrices, como Renée Zellweger o Meg Ryan, por poner dos ejemplos– tiene un nombre: Facial Overfilled Syndrome (FOS). Podríamos traducirlo al español por algo así como el “síndrome de rellenar demasiado la cara”. Este fenómeno tiene diversas causas: o bien la paciente se hace adicta a la medicina estética y no puede parar de hacerse más y más retoques, o bien el médico tiene una mala técnica, o bien se ha utilizado un mal producto…

¿Hay que tenerles miedo a los retoques estéticos?

Al ver los estragos derivados del Facial Overfilled Syndrome, muchas mujeres (y hombres) le cogen miedo a la medicina estética. “¡No quiero acabar así!”, piensan, con toda la razón. Pero la solución no está en renunciar a estas técnicas, sino en hacer un buen uso de ellas. Hay que tener en cuenta que lo que salta a la vista son los malos resultados, mientras que los buenos son tan naturales que nadie sospecharía que esa persona se ha retocado la cara.

¿Cómo prevenir los efectos no deseados?

Si quieres mejorar el aspecto de tu rostro, pero temes no reconocerte luego en el espejo, sigue los siguientes consejos:

  • Busca al mejor especialista. Si no sabes cómo encontrarlo, consulta en las sociedades médicas. Por ejemplo, en la web de la Sociedad Española de Medicina Estética (seme.org) hay un directorio de médicos.
  • Pide varias consultas. Una vez que te hayas hecho un listado de tres o cuatro médicos que trabajen en tu ciudad y de los que tengas buenas referencias, pide cita con todos ellos. Así sabrás qué feeling te da cada uno y podrás elegir al que más se adecúe a tus expectativas. (Recuerda que la primera consulta suele ser gratuita).
  • Pregúntale a tu médico con qué productos trabaja. Si, por ejemplo, te dice que utiliza el ácido hialurónico de Croma Pharma, ya sabes que se trata de un producto 100% fiable, puesto que Croma es una compañía fundada en 1976 que actualmente comercializa sus propuestas con éxito en más de 100 países.
  • Cumple los plazos. Al inyectarte ácido hialurónico en la cara te vas a ver tan bien que, si eres una persona un poco obsesiva, podrías llegar a engancharte. ¡Cuidado! Nunca olvides que no puedes estar recurriendo a esta técnica mes sí y mes también, porque entonces acabarás teniendo unos volúmenes desproporcionados. Escucha a tu médico y no repitas el tratamiento antes de tiempo.

 

 

texto: María Fernández- Miranda

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