Qué es la huella estética: definición y causas

Aunque en la medicina estética actual todos los materiales que utilizamos en los procedimientos médico-estéticos son biocompatibles y reabsorbibles por el cuerpo, existe un fenómeno conocido como "huella estética".

Qué es la huella estética: definición y causas

Por huella estética se entiende el impacto que pueden tener los tratamientos médico-estéticos que nos realizamos a lo largo del tiempo si no tenemos en cuenta el producto adecuado, la cantidad empleada o la técnica que se aplica. Sigue leyendo, que vamos a contarte todo sobre la huella estética.

En la actualidad, ha disminuido considerablemente la edad media a la que se empiezan los tratamientos estéticos. Concretamente, a los 24 años. Por ello, los primeros cinco años en medicina estética son cruciales, ya que lo que hagas en tu juventud puede influir en la apariencia de tu rostro décadas más tarde.

Tal y como indica el Dr. Jaime Tufet, director médico de la Clínica Tufet y vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Estética, pionero en el concepto de huella estética en España; “todos los tratamientos son seguros, pero es importante que tanto el médico como la paciente cuenten con la información suficiente para saber cuál es el producto que modificará menos el aspecto a lo largo de su vida".

¿Cómo sufrir una menor huella estética?

Con un ácido hialurónico de alta calidad y seguro. ¿Y qué entendemos por esto? Con bajo índice de reticulación. ¡Te lo explicamos!

El ácido hialurónico, presente de forma natural en nuestro cuerpo, tiene la capacidad de retener el agua y proporcionar hidratación a nuestra piel, ayudándola a mantenerla firme, suave y radiante. Ahora bien, cuando nos iniciamos en los tratamientos estéticos, es importante tener en cuenta si el índice de reticulación del producto es bajo o alto.

La reticulación se refiere a la forma en que se conectan las moléculas de ácido hialurónico. Cuanto más reticulado sea, más residuo puede dejar en nuestra piel y, por tanto, puede convertirse en una apariencia menos natural con el paso de los años.

La duración esperada de un tratamiento con ácido hialurónico debería ser de aproximadamente un año. Sin embargo, se ha observado que su efecto en algunos casos se extiende a 3,5 años y, en algunos casos, hasta 10 años. Los tratamientos con ácido hialurónico que duran mucho más de un año tienen mayor residuo y ya estarían teniendo un impacto en nuestro rostro. Es aquí donde entra en juego la experiencia y la tecnología de Croma Pharma.

Nuestro sistema de fabricación nos permite producir un ácido hialurónico de baja reticulación sin afectar a la duración de los efectos. ¿Qué significa esto? Que las moléculas de ácido hialurónico se entrelazan de manera más suave, lo que se traduce en una apariencia más natural y con una huella estética menor.

Además, con más de 47 años de experiencia en el sector y un sistema de fabricación que proviene de la oftalmología, hemos perfeccionado la fórmula para garantizar resultados excepcionales cumpliendo con los estándares más exigentes. Lo que lo convierte en uno de los más seguros del mercado.

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¿Cómo lograr una huella estética positiva?

Desde Croma Pharma te damos algunas recomendaciones para que desde hoy puedas empezar a trabajar en una huella estética positiva:

  1. Confía en profesionales competentes que respeten la armonía natural de tu rostro y tus preferencias. Un buen profesional sabrá determinar la cantidad de producto y las técnicas adecuadas para cada uno de sus pacientes.
  2. Respeta los intervalos entre tratamientos y apuesta por una apariencia natural: No te sometas a más sesiones de las recomendadas ni reduzcas los tiempos establecidos. Sigue siempre las indicaciones de tu médico para garantizar el resultado deseado.
  3. Sigue las instrucciones de cuidado en casa dadas por tu médico: El profesional te proporcionará pautas a seguir antes y después del tratamiento. Sé paciente, ya que los resultados definitivos suelen tardar en manifestarse. Cumple con las indicaciones para obtener los mejores resultados.
  4. Mantén una rutina de cuidado en casa: los tratamientos domiciliarios pueden potenciar los efectos de los tratamientos médicos que hayas recibido. Asegúrate de seguir una rutina adecuada de limpieza, hidratación y protección solar según tu tipo de piel.

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